A todos los hombres que han experimentado dificultades para alcanzar o mantener una erección le inunda una serie cuestiones que van de los ¿Por qué? A los ¿Cómo? Sin duda no es un tema fácil de sacar en una conversación. Y, es totalmente normal que estos hombres busquen toda la información posible por sí mismos, antes de acudir al médico.
Los mitos sobre la salud eréctil son abundantes. La mayoría son relativamente inofensivos, pero no ayudan a solventar el problema. Por lo que si te estás preguntando qué es mito y qué es realidad… en este artículo vamos a desmontar cuatro de los más populares mitos sobre la disfunción eréctil.
Mito 1: Los problemas de erección suceden por una falta de deseo
Realidad: Una erección es una respuesta fisiológica. Este proceso sucede en el cuerpo como resultado de una estimulación.
Es cierto que la falta de deseo sexual puede contribuir a la incapacidad de conseguir una erección, pero no significa que exista un problema físico. El primer paso para que se produzca una erección es la estimulación. Ésta puede venir en la forma de una sensación, fantasías, o en ocasiones simplemente la voz de la pareja. Esa estimulación puede provocar el comienzo del proceso de una erección.
Sin embargo, lo que es estimulación para unas personas puede no serlo para otras. Y lo que es más, lo que fue estimulante en el pasado puede ya no serlo en absoluto. Si no existe el deseo sexual nuestro cerebro no recibirá el estimulo.
La estimulación es el punto de partida y es esencial para comenzar el proceso. Sin esta estimulación es poco probable que ocurra una erección. Existe una relación entre bajos niveles de testosterona y falta de líbido. Cuando hablamos de bajos niveles de testosterona no nos referimos a la pequeña bajada producida por la edad. Nos referimos a un problema en el que los niveles de testosterona están mucho más bajos de lo normal. Esto es algo que tu médico puede determinar mediante ciertas pruebas.
Además, existe una relación a nivel psicológico entre bajos niveles de testosterona y problema de erección. Pero no se da con tanta frecuencia como pudiéramos pensar.
Simplemente porque no encuentres estimulación en tu pareja, no significa que tengas un problema físico que está interfiriendo con tu capacidad para conseguir una erección.
Mito 2: Si llevas ropa interior ajustada, puedes dañar tu capacidad para provocar una erección.
Realidad: No existe una ropa interior mejor o peor para la función eréctil. Puedes llevar la ropa interior que desees: cortos, largos… Incluso, no tienes por qué llevarla si ese es tu estilo.
Este mito parece provenir de la conexión entre la fertilidad y la ropa interior ajustada. Según la popular página web de salud, WebMD la ropa interior apretada puede reducir el número de espermatozoides, mientras que la ropa interior suelta puede potenciar la creación. Debido a que los testículos están fuera del cuerpo, y la temperatura de estos debe ser inferior a la temperatura general del cuerpo, la ropa interior ajustada puede provocar que los testículos se sobrecalienten. Cuando esto pasa el conteo de espermatozoides disminuye.
Al menos que también estés preocupado por el conteo de espermatozoides, puedes enterrar este mito y llevar la ropa interior que desees. Debes entender que el cuerpo necesita varias semanas para producir nuevo esperma. Por lo que si tienes intención de aumentar la familia, echa un vistazo al cajón de la ropa interior.
Mito 3: Todos los hombres tienen problemas de erección al envejecer
Realidad: Los problemas de erección se dan más frecuentemente en hombres mayores, pero eso no significa que envejecer cause impotencia.
La explicación más lógica es que al envejecer comienzan a surgir nuevos problemas de salud que pueden crear dificultades a la hora de alcanzar una erección. Las enfermedades del corazón y la diabetes son dos frecuentes factores. Otros pueden ser problemas vasculares, lesiones e intervenciones quirúrgicas, lesiones de espalda…
Una erección es el resultado de un complejo proceso causa-efecto. Después de que una estimulación llega al cerebro, se envía una señal que viaja a través de la columna vertebral hasta alcanzar los nervios sacros. Entonces se libera, óxido nitroso hacia el pene. A continuación, las células del músculo liso se relajan, algunos vasos sanguíneos se dilatan, otros se contraen y la sangre fluye hacia los dos tubos esponjosos que recorren el pene.
Son numerosas las partes del cuerpo que están involucradas en una erección, por lo que es fácil de imaginar cómo una lesión o una enfermedad afecta a alguna de estas partes pueden impedir que se produzca una erección. O por lo menos hacer que sea más difícil que se produzca. Vasos sanguíneos que se encuentran bloqueados, nervios dañado, y otros muchos problemas pueden tener un impacto negativo en el proceso de una erección.
Los problemas de erección se dan más frecuentemente en hombres mayores, pero no es la edad la culpable, sino otras enfermedades o problemas de salud.
Mito 4: El ejercicio es bueno para ti, y montar en bici no puede generar daños
Realidad: Esto es un mito a medias. Montar en bici es una actividad saludable. Hace que nuestro corazón y músculos trabajen, y hace que salgamos al exterior y respiremos aire fresco. Pero mucho de algo bueno, puede ser demasiado… al menos para algunos hombres.
Cuando nos sentamos, el peso queda soportado por las llamadas tuberosidades isquiáticas. En el complejo sistema que genera una erección, los nervios y los vasos sanguíneos que abastecen al pene son muy delicados y pueden ser dañados cuando se les somete a un exceso de carga durante largo periodos. Desafortunadamente, los sillines de las bicicletas son mucho más incómodos que las sillas convencionales. Ofrecen poco apoyo para las tuberosidades isquiáticas, por lo que el peso es soportados por la parte del cuerpo donde estos nervios sensitivos y vasos sanguíneos que abastecen al pene residen.
Cuando nos sentamos en una bici con un sillín convencional, comprimimos aquellos vasos sanguíneos y nervios que deberíamos estar protegiendo. Por suerte existen sillines de bicis especiales que pueden ayudar a reducir la presión.
No estamos diciendo que debas guardar la bici en el trastero y abandonar tu afición. Simplemente, debes ser consciente que montar en bici largas distancias puede poner estas partes sensibles en riesgo. Por lo que si tienes problemas de erección y eres un ciclista habitual, puede ser una buena idea reducir el tiempo que pasas en sillín de la bicicleta y buscar una nueva actividad cardiovascular para combinar. La disfunción eréctil puede surgir por muchas razones como enfermedades, daños en la columna, nervios, o vasos sanguíneos, o por bloqueos en los vasos sanguíneos.
Si estás experimentando problemas de erección, olvídate de los mitos y busca ayuda.
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